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Colágeno hidrolizado, el mejor compañero de la danza

Las lesiones más comunes que presentan los bailarines son en extremidades inferiores (73.3%): esquinces, tendinitis de Aquiles, fracturas en metatarsianos, subluxación de rótula, etc.

Según estudios especializados la mayoría de las lesiones pueden prevenirse con una buena técnica y una buena alimentación que permita la fuerza y flexibilidad del aparato músculo–esquelético.

El 29 de abril se conmemora el Día Internacional de la Danza con el propósito de fomentar la atención hacia esta expresión artística, no solo como espectadores sino como promotores de la salud de los bailarines.

Sin importar el tipo de danza que ejecutan, el cuerpo es el instrumento de trabajo de los bailarines y las lesiones son una constante en su trayectoria artística, sin embargo, estas lesiones son posibles de prevenir, ya que estudios realizados por especialistas en Ciencias del deporte y la educación, o aquellos presentados por revistas especializadas coinciden en que las lesiones de los bailarines se deben en gran medida a una mala aplicación de la técnica, así como a las condiciones de salud integral de los bailarines, que incluye buenos hábitos alimenticios y emocionales; además, están los factores ambientales como la temperatura o el tipo de suelo. 

En general las lesiones más frecuentes son: esquinces, tendinitis de Aquiles, fracturas en metatarsianos, subluxación de rótula, distensión de espalda, el síndrome conocido como “rodilla del saltador”, desgarres de cartílago en meniscos, entre otros. Un estudio sobre la prevención de las lesiones en la danza reporta una prevalencia en de las lesiones en bailarines de danza clásica y española en extremidades inferiores y medias, que corresponden a tobillos, pies, rodillas, cadera, lumbares. Sin embargo, se reportan también luxaciones en hombros, cuello y otras extremidades. En otro estudio de la Universidad Ramón Llull se plantea la prevalencia de desequilibrios hormonales en algunas bailarinas que les provoca la llamada ‘tríada de la atleta’, que consiste en alimentación desordenada, amenorrea y osteoporosis.

Igual que pasa con los deportistas de alto rendimiento, las largas horas a las que se somete el cuerpo de los bailarines a intensos entrenamientos generan lo que se conoce como aceleración del estrés celular, es decir, las células generan un proceso oxidativo (de envejecimiento) con mayor rapidez y, por consecuencia, hay una pérdida de colágeno, la proteína más abundante del cuerpo y que está encargada de dar lubricación y generar un efecto de “adhesivo” de los tejidos: músculos, tendones, ligamentos, etc.

El impacto económico y emocional de las lesiones físicas en los bailarines también debe de considerarse, en México son muchos los profesionales de la danza que no cuentan con un seguro de gastos médicos que pueda amparar los altos costos de tratamiento y rehabilitación, aunados a las pérdidas de ingreso que implica no poder bailar. Además de la carga psicológica que implica saberse imposibilitados para ejecutar su trabajo. Todo ello puede provocar estrés, que deriva en ansiedad y depresión. Por ello es que el cuidado de la salud mental también es fundamental. 

Para prevenir las lesiones ocasionadas por la técnica algunos especialistas recomiendan:

1. Calentamiento antes de comenzar y estiramientos después de la práctica. El 90% de los bailarines presentan dolores músculo–esqueléticos y estos pueden reducirse si se les da el tiempo a los músculos de prepararse y evitar la tensión innecesaria.

2. Entrenamiento que incluya ejercicios de fuerza y resistencia, esto evitará el desequilibrio muscular, una de las causas por las que se pueden sufrir lesiones.

3. Relajación al ejecutar la práctica. Un cuerpo dispuesto para el movimiento y a la vez relajado es la clave para realizar mejor el movimiento. 

4. Equipo adecuado, que incluye el calzado, la ropa de trabajo y el piso en el que se realizan las prácticas proveen a los bailarines seguridad y evitarán lesiones.

5. Una buena alimentación, en la cual se incluyan nutrientes para fortalecer músculos, tendones, articulaciones y fomenten una buena salud emocional. La ingesta de colágeno hidrolizado de alta calidad puede ser una gran opción para los bailarines, ya que los aminoácidos contenidos ayudan al organismo a producir, entre otras cosas, hidroxiprolina, encargada de fortalecer tejidos. Además, el colágeno hidrolizado pre digerido y asimilable proporciona efectos antiinflamatorios y analgésicos, así como anti–oxidantes.

Duché cuenta con colágeno hidrolizado hecho a base piel de pescado, sin olor, sabor ni color, y que se ha comprobado que tiene una absorción más rápida y eficaz por el organismo. También la Línea Bienestar Duché ofrece formulaciones con alga espirulina, con alto contenido de anti–oxidantes, o con valeriana, que brinda los beneficios relajantes de este nutracéutico. 

¡Muévete, danza y recuerda que Duché siempre estará contigo para acompañarte en tu bienestar!


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