En 2017 conocimos al Chef Roldán, de Culinary Studio, él fue el coach de las dos participantes del Chef Duché del Año, concurso en el que ganaron tres de las cuatro categorías: áspic, gelatina y receta sorpresa. En esta ocasión decidimos retomar el contacto para conocer más sobre su trabajo como empresario, capacitador, consultor y cocinero exitoso y apasionado.
Como Chef ha utilizado la grenetina 290 bloom para sus creaciones, sobre todo en “las mousse ha funcionado súper bien, porque da firmeza, pero también suavidad” y agrega como ventaja la vida de anaquel que ofrece. Además, su compañera en Culinary Studio, Alejandra Tejeda de la Parra, quien es chef repostera, utiliza con muy buenos resultados la grenetina 260 bloom en sus gelées y compotas. El Chef comparte, “usamos la grenetina en productos de panificación para dar brillo a los panes, además de que esto ayuda a que tengan un buen color y no se endurecen porque les brinda humedad”.Una de sus creaciones en postres es el cheesecake de elote, en el que utilizan, además de la grenetina, esencia de rompope para darle un toque de sabor y aroma irresistibles. “Desde que conocimos las esencias en el concurso me gustó que no son artificiales, dan mucho olor y sabor, nosotros usamos la de frambuesa, mango, café, rompope y pistache. En una ocasión aplicamos el concentrado de mora azul para hacer coctelería con vodka y quedaron muy bien”. La vainilla y el caramelo de Duché son parte esencial en los flanes que hacen para la venta en cafeterías, ya que nuestro entrevistado insiste en el sabor natural y la alta calidad en los productos.
Javier Roldán comienza su carrera hace más de 15 años y Culinary Studio se inaugura en 2009 con el enfoque de ofrecer servicios de banquetería y bebidas a empresas, “antes trabajábamos de fijo seis personas, pero por la pandemia tuvimos que cortar a cuatro personas, así que sólo nos quedamos Alejandra y yo”.
Desde hace 21 años trabaja en el US Dairy Export Council, una compañía subsidiada por EUA en la que se hace investigación y ofrecen cursos, actualmente es Chef corporativo y ofrecen cursos a PYMES queseras para incentivarlas a que no usen químicos o féculas, si no que los hagan con leche y la menor cantidad de ingredientes. “En los cursos de panificación y lácteos hablo de los beneficios de incluir grenetina en los productos de panificación”. Uno de los objetivos del Consejo es “empujar el aporte de la proteína animal de alta calidad; por eso es tan importante conocer qué comemos, no sabemos leer etiquetas y es muy importante saber con qué nos estamos alimentando; regresar a lo natural”, hace hincapié el Chef Roldán y da como ejemplo que para saber si un queso está hecho de la manera correcta en la etiqueta no debe haber muchos ingredientes y, por supuesto, debe decir que contiene leche, cuajos y bacterias; no ¡grasas vegetales!Congruente con sus principios y con la necesidad de ofrecer salud a los consumidores finales, además de alinearse con las tendencias actuales en alimentación que buscan lo saludable, el creador de Culinary Studio, recomienda a los empresarios de la gastronomía y a los futuros chefs que “hagan pruebas con los productos, que investiguen qué contienen sus insumos, que se informen de los beneficios y el aporte que tiene para la nutrición y los compartan con sus consumidores. Una buena materia prima vale el costo y si vas por salud, vende salud; la gente va a pagar algo de buena calidad”, enfatiza.
De entre los negocios del joven emprendedor estuvieron también los talleres de cocina para personas que se interesaban en aprender, parejas, amas de casa, hasta niños a los que les enseñaba a hacer pasta, pasteles, gelatinas y chocolates.
A pesar de la pandemia y los recortes de personal, en Culinary Studio continúan haciendo pequeños eventos y ofreciendo creaciones de excelente calidad, lo que les ha dado el sello de garantía. En un futuro, comparte nuestro entrevistado, abrirá un negocio de carnitas con alto valor protéico y basada en un proceso de preparación que tiene cuatro años en investigación. Además, planea asociarse para ofrecer asesorías sobre comida saludable, que se basa en generar menús basados en los requerimientos de cada persona.
Al preguntarle acerca de cómo fue que llegó a la cocina, Javier nos comparte que desde siempre le gustó , pero que “no me había dado cuenta que me gustaba tanto. Estuve dos semestres en ingeniería y dije, esto no es lo mío, quiero cocinar”. Así que encontró la manera de estudiar la licenciatura y ahí también encontró que otra de sus pasiones es el costeo y la estandarización; “me gusta mucho que todo sea parejo y que eso te lleve a tener resultados”. Incluso ha dado consultorías para que los negocios puedan hacer eficientes sus costos y, sin bajar la calidad de sus insumos, dar los mejores productos.
El joven empresario de poco menos de cuarenta años hace un llamado a los involucrados en la industria de la alimentación y la gastronomía a que hagan un compromiso por ofrecer productos de buena calidad, con materias primas e insumos naturales y los invita a que “vendan salud y se informen bien; que piensen en el consumidor final. Hay que cambiar el chip de por bajar costos usar cosas de mala calidad o sintéticas. Debemos aprovechar los insumos que pueden dar valor agregado a los productos, como la grenetina que es 99% proteína; hay que hacerle saber a la gente porque no conoce todos sus beneficios. Además, la gelatina es muy noble y le puedes agregar lo que sea”.
“Ser cocinero es como entrar en otro universo; se me olvida todo. Me da calma. Me llena de satisfacción ver al cliente o comensales que prueban lo que hice y se sorprenden, dicen, “wow”, y para mí eso es lo mejor. Cuando haces las cosas con pasión, todo el trabajo sale bien”. En definitiva, Javier Roldán es un apasionado de lo que hace y un profesional comprometido con la salud, un ejemplo de tesón, profesionalismo y visión.
¡Enhorabuena, Chef y larga vida a Culinary Studio!