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Susana Nieto, soñó con compartir su legado y lo ha logrado


—Las gelatinas para mí son lo máximo; un cambio total en mi vida.

Susana Nieto, originaria de Michoacán, tiene 21 años viviendo en Estados Unidos, y tuvo un sueño: compartir lo que aprendió de su madre y de su abuela, hacer gelatinas y postres. Tuvieron que pasar muchos años para iniciar la aventura de dar clases, y en la pandemia, Susana aprendió nuevas técnicas y se animó a cumplir su objetivo. “Disfruto cuando veo que las muchachas elaboran sus gelatinas y dentro de mi digo: ‘wow ellas están siguiendo mi sueño’; formar muchas emprendedoras. Me satisface cuando me presentan un trabajo. Hay alumnas que ya viven de hacer gelatinas y eso me enorgullece mucho porque es algo que di de mí y mañana va a ser algo que dejé en otras personas; pienso que les hice un bien”.

Al preguntar sobre las ventajas de nuestros productos comenta: “Desde que conocí la grenetina de Duché no he usado otra; para mí ha sido una maravilla para elaborar gelatinas rápidas y con sabores muy ricos”, y agrega que cuando da sus clases hace pruebas con otras grenetinas y “la gente queda sorprendida de la firmeza que da la Duché”. Además, “las esencias a todo mundo le encantan, a mí me gusta el olor y el sabor porque no está fuerte y da un toque diferente; hago un panecito de café y le pongo esencia de nuez, a mi esposo le encanta; al merengue le pongo esencia de café. Los concentrados los uso para sabores más fuertes como cuando hago cosas para niños. La clave está en ir poniendo de a poco y probar hasta encontrar el sabor”.

La historia de un sueño

Susana limpiaba casas y departamentos en Fort Worth, Texas, hasta que la artritis comenzó a generarle mucho dolor en los brazos, cambió de trabajo a un lugar de bagels; pero llegó la pandemia y aunque les daban una pequeña ayuda ella estaba desesperada de estar encerrada. “Platiqué con mi hijo y me dijo que por qué no hacía mis postres; un día busqué en el Facebook y encontré a una señora que me enseñó y conocí la grenetina Duché”. 

Así comenzó a desarrollar más técnicas de las que pudo aprender muchos años atrás con su madre y abuela, quienes hacían todo tipo de comida, incluyendo gelatinas. “Mi ilusión y mi sueño era dar clases y como desde niña lo viví con mi madre y abuela, no quería dejarlo abandonado”. En busca de mejores precios de grenetina encontró la página de Duché West y contactó a Vero Gail, “empecé a comprar de a poquito, hice mis muestras y comencé a dar clases; primero decía que no estaba preparada, pero algo dentro me decía que sí lo hiciera”. Sus primeras alumnas fueron unas muchachitas de 16/17 años que fueron a su casa a aprender; hoy día Susana capacita a mujeres de todas las edades, en su mayoría mexicanas, que buscan una posibilidad para hacer negocios. Las clases las da desde su hogar y también en la Cámara de Comercio. 

“Nunca me imaginé que iba a pasar que la gente me buscara, me pidiera que les diera clases; que me pregunten cosas. Gracias a Dios que me ilumina siempre para dar lo mejor, para tener las palabras correctas y las respuestas para mis alumnas y para que queden satisfechas, eso es lo que me llena de felicidad”. 

Sin duda Susana es un ejemplo, poco a poco con su propio trabajo ha logrado invertir en sus moldes, insumos, nuevos productos para decoración como encajes comestibles o perlas; incluso fue ella quien con su ingreso remodeló su cocina y fue el sostén de su familia en momentos en los que su esposo estuvo enfermo. 

También ha recibido el reconocimiento de personas como el Chef Mario Bello, con quien tuvo ocasión de hacer un curso; “hice una gelatina de piña y nuez, y me dijo que le diera clases. Le ofrecí que viniera a dar un curso y primero Dios, vendrá”, comparte con gran orgullo.

Planes a futuro

Susana no para de aprender y de capacitarse también. “No quiero parar, tengo unos pasteles de Pinterest, pero los voy a hacer en gelatina y los voy a hacer para el 3 de noviembre que es la clausura de mi curso. Ahí las voy a exhibir”. Además, “estoy tomando un curso para emprendedores de pequeños negocios en la Cámara de Comercio”, porque su meta es poner un local en donde pueda vender sus productos y seguir dando clases.

Mensaje

El mensaje que comparte para inspirar a otras personas a entrar en el mundo de las gelatinas es: “es bueno aprender de todo y tener opciones para salir adelante, tener puertas abiertas y tener siempre una meta. Yo sé que no a todas nos gusta la cocina, pero hay personas que decían que ni de chiste elaboran una gelatina y ahora piden las clases. Siempre hay un tiempo en que se nos aprieta el zapato y hay que recurrir a lo que sabemos hacer. Por otro lado, muchas toman clase porque tienen problemas y haciendo gelatina se desestresan y se sienten a gusto. Invitaría a todas las madres solteras a hacer gelatinas porque no es tan caro y puedes decorarlas muy bonitas, está en tu imaginación todo lo que puedes hacer en gelatinas. Yo quiero que más personas que tengan problemas económicos salgan adelante y la gelatina sea su apoyo como lo ha sido para mí”.

¡Felicitaciones, Susana, estamos seguros de que lograrás cada una de las metas que te propongas y Duché estará contigo para acompañarte en tus nuevos sueños!