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Magic Bakery, una escuela de vida que impulsa negocios familiares


Hace cuatro años que Ayari Estupiñan llegó a Nueva York, EUA y su paso por esta ciudad ha resultado lo que algunos llaman una serendipia, es decir, encontró algo mucho mejor de lo que ni siquiera buscaba. Lo que iba a ser un viaje por cuestiones de salud se convirtió en su aventura de vida y en la que ha transformado a cientos de personas a las que ha enseñado, no sólo una forma de hacer negocio, sino una forma de vivir y de compartir un oficio con sus familias. 

Magic Bakery es un espacio para aprender a través de los tres niveles de Master Class desarrollados de manera exclusiva por Ayari y apoyada por su hijo, el Chef Jhoanes, con la finalidad de apoyar emprendimientos. Continuamente hay cursos que ofrecen los mejores chefs pasteleros de Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela, México, París, Italia, todos ellos amigos entrañables de Ayari desde hace más de 18 años, ya que su fama comenzó en Repostería La Magia, en Venezuela. “Deseo que mis alumnos lleguen a ser maestros y que cada uno tenga su pastelería”, comparte nuestra entrevistada.

Magic Bakery también es tienda en la que se venden las creaciones en cupcakes, pasteles innovadores y fondant. Además de comercializar productos, entre ellos grenetina Duché 290 bloom, colores en polvo, conservadores, bióxido de titanio, esencias y oleosas. Sobre éstas últimas Ayari comenta, “México tiene excelentes esencias para productos de buena calidad, lo que me encanta es que si no existe una esencia, es impresionante, ¡la inventan!; yo estoy enamorada de las oleosas, son sabores muy ricos; espectaculares sus productos”, y agrega, “las ventajas que encuentro en Duché es su calidad, su rendimiento por la alta concentración de sabores y su versatilidad, funcionan para cualquier preparación; para preparaciones blancas no manchan y eso es vital para el fondant. Las oleosas que ocupamos son las de mantequilla, vainilla, nuez, nata, leche condensada, la de mantequilla con naranja que es, ¡wow! para realzar el sabor. Incluso me da mucha confianza porque de los 2000 alumnos que hemos tenido hasta el momento ninguno ha reportado que sus creaciones hayan provocado alguna alergia y aquí la gente tiene muchas alergias a todo”. 


“La repostería tiene muchas bendiciones y es una familia; cada alumno para mí es como un hijo”, asegura la mujer, emprendedora y visionaria en el mercado de la repostería a quien han invitado con todos los gastos pagados para que vaya, junto con su hijo y colaborador, para dar el Master Class, ya su pedagogía ha traspasado las fronteras. 

En 1999, Ayari Estupiñan abrió la primera tienda de repostería en Venezuela y desde entonces se ha dedicado a hacer comercialización y distribución de productos, incluyendo, por supuesto a la Línea de Productos Duché. Repostería La Magia es la sede en su país y en donde nació el sueño y junto con su hermano,  Jorhangel González, desarrollaron un sistema de enseñanza; "mi hermano fue mi todo para la creación de Repostería La Magia", comenta Ayari y nos comparte que su hermano murió muy joven, pero que siempre honrará su presencia en este mundo y le agradecerá que haya sido su pilar cuando comenzó a hacer su sueño realidad. 

“Yo llevaba cursos internacionales con los mejores pasteleros y me di cuenta de que se necesitaba crear niveles desde lo básico hasta lo más avanzado”, explica. Los principios que se crearon en Venezuela se aplican hoy en día en los Master Class en Nueva York. 

Nuestra entrevistada relata que cuando tuvo que quedarse en EUA por una cuestión necesaria de salud buscó la manera de sacar sus papeles de residencia y de conseguir las licencias para hacer lo que sabía hacer, comercializar productos; sin embargo, el pequeño espacio que tenía muy pronto le fue insuficiente y tuvo que rentar otro lugar, lo que le permitió acondicionar para dar las clases. Actualmente se dictan dos clases diariamente y cada dos meses llegan en promedio 90 alumnos nuevos a los que se les ofrece un ambiente tranquilo y relajado y se pide de ellos completo compromiso, lo que se busca es que en las horas de instrucción “puedan estar en paz, se desconecten del exterior; enseñamos sin hacer competencias y siempre buscamos que los alumos lleguen en su momento, si no tienen tiempo para hacer las prácticas no podemos aceptarlos porque deben comprender cómo valorar su tiempo y su inversión, es parte del aprendizaje de vida”.


La visión de Ayari es clara, “como madre soltera mi preocupación eran mis hijos,  busqué la forma para que su vida fuera más fácil, así que mi afán fue pensar en su futuro. Mi hijo estudió en Europa para chef y en dos meses abrirá su propia pastelería”, nos dice emocionada.

Para la empresaria y maestra, la repostería debe ser una “actividad que integre, que dé confianza. Cuando lo dominas haces arte y surge entonces la confianza única que permite que salga a flote el emprendedor que todos tenemos dentro. Lo que hacemos aquí es una educación integral”, comparte y asegura que la gran mayoría de sus alumnos una vez que ven las ganancias que pueden tener, las posibilidades de estar en familia y las oportunidades que se les abren, ya no regresan a sus otros trabajos; empiezan a dedicarse a hacer esto como negocio y como forma de vida. “Queremos que cada quien tenga una oportunidad, que sean autosuficientes; pero lo más importante es que todos deben tener un plan, una estrategia”. 


La historia continúa y el próximo año Ayari y su hijo harán una gira por EUA, específicamente por lugares en los que no se dan clases de esta naturaleza, siempre con la misión de Magic Bakery: “Fomentar, preparar y enseñar a la comunidad con este arte a crear empresas pequeñas y medianas desde sus hogares y en familia”. Viajar por el mundo llevando posibilidades es lo que Ayari soñaba desde niña y ahora lo ha conseguido con creces.

Le pedimos que nos regalara un mensaje para aquellas mujeres que quieren emprender y esto es lo que nos compartió: “Todo en la vida puede dar miedo, nos dan mariposas, pero cuando algo sale mal nos queda la experiencia, la destreza y la habilidad, eso nos fortalece. Así que todo es posible, sí se puede mientras te prepares, estudies, practiques; sobre todo, hay que tener un plan, aunque sea simple y, se necesita un buen equipo, una buena guía que pueda mirar lo que tú no ves”.

Hoy en día se prepara la tercera generación de chefs reposteros en la familia de Ayari, su nieto, hijo de su hija, quien también es chef, Alexandra Romero Estupiñan. 

La verdadera magia es la que cada día con amor y dedicación hace Ayari con su equipo de colaboradores en cada uno de sus alumnos, ella ha sabido, como los concentrados oleosos de Duché, explotar la esencia de cada una de las personas que pasan por su escuela para ayudarlas a ser mejores.


Todas las imágenes son propiedad de Magic Bakery NY con permiso para su reproducción en esta nota