Ir al contenido principal

Homenaje a Sergio Fernández Rincón


“Si nos perfeccionamos en una sola cosa y la comprendemos bien, adquirimos por añadidura la comprensión y el conocimiento de muchas otras cosas”.
–Vincent van Gogh–

Nuestro amigo, Sergio Fernández, gran promotor de los beneficios de la grenetina y pionero en la creación de gelatinas artísticas y de la técnica de inyección, dejó este plano de existencia el 4 de enero y, a pesar de que su partida ha sido dolorosa para todos aquellos que tocó con su buen humor y su dedicación absoluta, no sólo a su profesión, si no a su familia. Hoy queremos hacer un pequeño homenaje y honrarlo por lo que sí se queda con todos: un legado.

Profesor, Sergio Fernádez Rincón, ¡gracias por tanto y por tantos a los que pudiste enseñar, siempre con paciencia, con una gran sonrisa y pasión!

Sergio dio clases en el Centro de Capacitación Marius Duché por 17 años, pero desde finales de los 80’s inició nuestra amistad y apoyo para compartir con él las ventajas de la grenetina. En 2016 recibió nuestro “Reconocimiento al Desarrollo y Éxito de la Empresa Mexicana”.

En 1997 recibió el Récord Guinnes Mundial al “Arte en gelatina más grande del mundo” y un año después, el Arzobispado Primado de México lo condecoró. 

Más de 25,000 personas tomaron clases con él en México, Brasil, EUA y Canadá. Además de las miles que pudieron verlo en televisión nacional e internacional; escucharlo en programas de radio, leer sobre su Arte en Gelatina en periódicos y revistas especializadas o conocerlo en las Expos a las que asistió como invitado especial de Duché. 

Siempre con un buen humor, este video fue grabado en el Centro de Capacitación Marius Duché durante un curso que se dio en octubre: "El curso del terror", le llamó el Profesor Fernández

La última entrevista que realizamos fue previa al 12 de diciembre para que nos contara sobre la Gelatina de la Virgen de Guadalupe, que volvemos a compartir con emoción.

Su compañera de vida, de baile, de ilusiones y cómplice de tantas aventuras, Damy Quintero, compartió con anécdotas y fotografías para poder hacer este video en homenaje.

 Da clic aquí para ver el video de homenaje

A continuación publicamos “Una forma de saborear el arte”, en la que Damy Quintero, con orgullo y amor, nos hace un recorrido por la vida de Sergio.


Retrato de Sergio en palabras de Damy

El inicio
Estudiando la carrera de ingeniería Industrial (UPICSA), y como parte de sus prácticas profesionales conoció el proceso de elaboración de la grenetina, descubriendo en ella su alto contenido nutricional y su infinidad de usos, siendo esto posible gracias a las facilidades de Coloidales Duché, con quien siempre estuvo agradecido.

El Profesor Sergio Fernández desde 1989, orientó su esfuerzo a la elaboración y difusión de este exquisito postre tan peculiar y con su creatividad puso en alto a México; sus logros le valieron el reconocimiento de instituciones del gobierno, empresas privadas e infinidad de medios de comunicación; ¡11 televisoras alrededor del mundo lo entrevistaron!

Es el único poseedor del Récord Guinness en esta especialidad (1997) por “Arte en Gelatina Más Grande del Mundo “, además, presentó la primera galería en gelatina única en su tipo en el emblemático edificio de la CDMX Torre Mayo (2014).

Así empezó a dar sus cursos 

Sus participaciones en la televisión fueron muy exitosas, tras cada aparición, se guardaban en nuestra contestadora de teléfono hasta 4oo llamadas y en cada presentación se hacían gelatinas de formas y sabores diferentes, las personas querían aprender a hacerlas, pero Sergio no quería dar cursos porque hasta ese momento no sabía cómo, ya que su aprendizaje fue en gran parte autodidacta. Él decía que sólo hacía las gelatinas sobre pedido…

Pero un día, le llamo una señora llamada Tere que quería un curso y no aceptaría un “no por respuesta”, que ella tenía un grupo de personas interesadas y que ella le ayudaría a organizar todo, “así usted es quien nos enseña lo que sabe hacer”. Le preguntó cuánto les iba a cobrar —Sergio tampoco sabía cuánto cobrarles— así que la señora Tere puso el precio al curso. Sergio les regalaría el kit de productos, sin embargo, ella dijo que el que los quisiera lo comprara. Todo se vendió, le pagaron los cursos y las personas se fueron muy contentas. Pasada una semana, Sergio le llamó a la señora Tere para agradecer la ayuda, pero no contestaba su teléfono, entonces decidió ir a buscarla a su casa, en donde se había dado el curso. Como no le abrían, le tocó a una vecina quien le dijo… ¡que hacía siete años que la casa en donde dio el curso estaba abandonada! Situación que hasta la fecha no nos hemos podido explicar.

Los cursos se dieron tanto en el interior de la República Mexicana, como en el extranjero, por ejemplo Estados Unidos, Brasil y Canadá. Teniendo siempre como base la Ciudad de México, trabajando para la empresa Coloidales Duché.


El Artista

Lo que al principio nació como entretenimiento: haciendo figuras tridimensionales, dibujando sobre la Gelatina, dando formas, encapsulados, etc. Después fue parte de su trabajo y, al final, parte de su vida y de su pasión.

 
Suceso Asombroso

Como todo en su vida siempre hubo acontecimientos inexplicables que le mostraban el camino a seguir, como el asombroso suceso en 2015 con la Virgen de Guadalupe de Gelatina. 

 

Una carta de amigos

Miles de muestras de afecto, de reconocimiento por su labor como padre, como profesor, como amigo se han podido leer en el muro de Facebook de Sergio Fernández, uno de sus hijos compartió con nosotros una hermosa carta que escribió un gran amigo de su papá, el Dr. Efraín Aguirre, de su grupo de la Vocacional y, como dijo “Checo” al darnos oportunidad de leerlo, “resume lo que muchos no pudimos decir pero que sentimos”. 

A continuación, compartimos un fragmento de este texto:
“Me resulta tan difícil pensar y más aún sentir que ya no veré a mi gran amigo el flaco, cómo lo recuerdo con sus manos artesanales, su sonrisa igual a la de su papá, platicando con todo detalle sus experiencias de vida… No puedo aún procesar su partida… sí he llorado porque amaba a este hombre, mi amigo, nuestro amigo, siempre hospitalario en su casa y hablando de su “viejita” con amor, esa chiquita doña Damy.

Mi querido Llantonio —apodo que le dieron sus amigos de la “Voca”— mi flaquito, debes estar mejor ahora seguramente, mi amor eterno como amigos para ti…”

Sergio Fernández fue un gran ser humano, supo ser un buen amigo, un buen padre, un buen abuelo y, para nosotros, en Duché, un entrañable compañero y aliado. Su legado se queda, como el dulce sabor de las gelatinas que hizo; su pasión seguirá siendo difundida por los más de 25 mil personas que a lo largo de 31 años enseñó, no sólo a hacer gelatinas, si no a amar lo que hacían y a perfeccionarlo.

Un artista, como su admirado Vincent van Gogh, ahora desde las “noches estrelladas” nos hará sonreír al ver gelatinas hechas girasol o cualquier otra imagen en tercera dimensión.

¡Descansa en paz, querido amigo, que aquí, abrazamos con cariño a tu familia!