–La gelatina me ha sacado adelante, me ha dado mucho y es redituable. Desde muy joven, Hortencia Cleto sintió el llamado de las gelatinas y gracias al apoyo de su madre pudo tomar su primer curso de técnica de inyección. Así comenzó con su emprendimiento, más adelante abrió un negocio de venta de moldes en Atizapán. Gelatiort, “es un negocio de familia porque se capacitaron mis hijos (15 y 18 años), mi esposo y ahora todos somos parte de él”. A raíz de la pandemia incursionó en las clases y ha sido invitada a dar cursos en línea, tanto en México como en Perú. Sin embargo, Hortencia reconoce que nunca se acaba de aprender, por ello siempre está tomando cursos para conocer las últimas técnicas, comparte: “Esto es lo que ma ha llevado a hacer la gelatina, el innovar”. Sobre nuestros productos, nuestra entrevistada destaca que para gelatinas artísticas usa la Especial Chef, “por el bloom que es más alto y más transparente. Para las gelatinas de leche o normales uso La Dorada, me gusta po