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Isela Romero, heredera e impulsora de una tradición gelatinera

—La gelatina para mí significa libertad.

Isela Romero, madre, emprendedora y maestra gelatinera, conoció nuestra grenetina desde pequeñita. “Mi mamá siempre utilizó “La Dorada” de Duché para hacer las gelatinas que vendía afuera del kínder al que yo iba. Llevaba dos botes grandes llenos de vasitos con su bolsita y su cucharita, y antes de que yo entrara a clases ella ya había terminado su venta; los niños ya la ubicaban. Así pasó después afuera de una panadería. Mi madre hacía montones de gelatinas y gracias a estas ventas ella nos sacó adelante”, comparte y agrega, “jamás pensé que iba a hacer gelatinas, nunca me llamó la atención. Hasta que me casé, tuve a mis hijos, dejé de ejercer como cirujana dentista y necesitaba hacer algo con mi tiempo”. Así fue como poco a poco fue cuajando la idea de lo que hoy es “Creaciones Alesi”.

Acerca de nuestros productos, la entrevistada comenta: “La Dorada es la que encuentro súper fácil, además de la consistencia y la firmeza. La grenetina Especial Chef la conocí y me enamoré de la cristalinidad, que no huele y la presentación del bote es bonita. Las esencias y concentrados me encantan porque desde que abres el bote ya sale el aroma. Mi concentrado favorito es el de crema irlandesa y el de coco. Los colores en gel, tengo verde esmeralda y negro, rinden mucho, y por los tonos, sobre todo el negro que no se deslava. He usado los colores para cupcakes, chocolate y gelatinas. Me gustó la presentación de la bolsita de las Gelatinas instantáneas y que al abrirlas el olor hace que se antoje. La de uva fue mi favorita”.


En el marco del Día Internacional de la mujer, que tiene como una de sus líneas de acción fomentar el emprendimiento, el mensaje que la maestra Romero lanza es que “No se rindan, que no duden de sus capacidades; pierdan el miedo y no solo en las gelatinas, sino en general, porque el miedo nos paraliza. Creer en nosotras es nuestra arma, el hecho de creer en ti es lo que te abre puertas, te quita limitaciones. Hagan caso a su instinto, a su intuición, el primer pensamiento es el correcto, no le den vueltas y hagan lo que sientan que deben hacer. Si vencemos al miedo, vencemos ante todo”. 



Así comenzó todo

Las primeras gelatinas que hizo Isela fueron para sus hijos, las hacía de sobre y les agregaba La Dorada para dar consistencia. “Luego me salió un tutorial y esa gelatina se la regalé a un maestro que fue como mi segundo padre. Otra la llevé a un convivio con mi suegra, era una de frutas encapsuladas y les gustó muchísimo. Ahí me dijeron que por qué no las vendía. Realicé una de tres sabores que se me antojó y que tenía paletitas alrededor, la ofrecí y me la compraron. Yo no sabía ni cobrar, yo creo que ni le gané. Pero fue mi primera venta. Luego las ofrecí en mi colonia, tuve resultados y me emocioné mucho”. 

Al preguntar sobre sus técnicas favoritas nos comparte, “amo el inyectado, también el vitral me encanta cómo se ve, aunque ninguna de estas me las piden mucho, lo que solicitan son más gelapaletas con la central”.

Experiencias inolvidables

Hace tres años recibió la primera invitación a dar clases y ese momento lo refiere como “un parteaguas para salir adelante, la maestra que me tocó como mentora nos impulsó a que no nos rindiéramos, además de que nos recomendó siempre estar bien presentables y, sobre todo, ser nosotras mismas. Esa primera clase aunque me sudaban las manos, me hizo salir de mi zona de confort y eso no tiene precio porque el día que te atreves a hacer algo se abren las puertas y es un mundo nuevo de emociones. Hace un año yo estuve como coach de alumnas y les transmití justo lo que me habían dicho y es muy bonito verlas cómo ahora ellas están aplicando lo que les dije y que salen adelante, es muy gratificante”. 

Además, la maestra Isela creó un grupo de Facebook, Ideas para postres para aprender y emprender en el que fomenta la comunidad y que se genere un intercambio de ideas e inspiraciones.


La gelatina es libertad

El significado que la gelatina tiene para la maestra Romero es una palabra que engloba todo: libertad. “Aunque estés en tu casa, haces lo que te gusta y lo disfrutas, no se te hace pesado. Además de que al momento que te hacen un pedido empiezas a investigar y te conectas con la gelatina. Es como leer un libro en el que vas entrando en la historia, vas experimentando y esto me gusta mucho”.

Hoy su hija la mira y se inspira en ella para el futuro

Hacer las gelatinas también la ha llevado a recordar su infancia con su madre, hoy su pequeña es quien está interesada en las gelatinas. “Mi nena dice que cuando crézcame va a ayudar”. 

Hablando de futuros próximos, de entre los planes que tiene Isela está el participar en el concurso de Maestros de la gelatina. “El año pasado gané en el nivel intermedio. Este año quiero participar porque además es un buen momento para convivir con las compañeras, hacer nuevas amistades y eso me desestresa”. Por otra parte está en sus proyectos ser distribuidora de productos Duché en su zona, ya que ha detectado la necesidad de ofrecer y tener cerca gelatinas instantáneas, grenetina Especial Chef y colores en gel.

Recomendaciones

Para cerrar la entrevista le pedimos que nos compartiera algunas recomendaciones básicas que a ella le han servido para mejorar sus prácticas:

1. Tranquilidad y relajación. “Siempre que hagan una gelatina busquen estar en un espacio de tranquilidad porque si la hacemos apuradas no nos sale; parece que las gelatinas sienten la tensión. Yo hago mi gelatina una noche antes y la decoro con tiempo. La clave es hacer las cosas despacio y darle el tiempo que requiere”.

2. Medidas exactas. Para evitar que se recuerden las recetas al momento y cambien los sabores o consistencia, “siempre tengan las medidas establecidas para sus gelatinas y así no van a divagar”.

3. No usar el congelador. “Una gelatina congelada pierde su sabor”. 

Felicitaciones, maestra Isela por su dedicación, su tesón y su gran amor por su trabajo. Gracias porque nos ha hecho parte de sus memorias