—Descubrir algo que me gustaba hacer y encontré muchas posibilidades de crear.
Lety Avellaneda ha sido una apasionada de la cocina desde pequeña y siempre ha tenido la curiosidad por aprender, además de compartir sus saberes. “Hace 8 años que empecé por el gusto de hacer las gelatinas, de experimentar. Yo quería hacerlas, que estuvieran ricas. Así que comencé con las instrucciones del paquete de la grenetina Duché, la única que conocía. Además al comprar mis productos me regalaron las revistas y eso fue de mucha ayuda”, comparte nuestra entrevistada. Hoy, a través de las redes de Jellysabrolet, ofrece servicios de repostería creativa y personalizada, así como cursos en línea.
Acerca de los productos Duché, destaca las siguientes ventajas. “La grenetina 290 bloom, me gusta la consistencia que le da a la gelatina, es fácil de hidratar, no se hacen grumos; tiene una elasticidad muy buena; tiene un grado de gelificación que no permite que el calor la deshaga. La Especial Chef, por la transparencia que tiene y la misma consistencia que le da para poder inyectar, tiene la firmeza que se necesita sin gastar tanta grenetina. Las esencias, me encantan todas, huelen rico y tienen un sabor similar al de la fruta; no me dejan el sabor amargo al final o como si estuviéramos utilizando edulcorante. He probado otras marcas, pero sigo con Duché. Los concentrados, con poca cantidad dan un color muy bonito”. Hablando de colores, nos cuenta que al inicio utilizaba colores en polvo y que son muy rendidores, “no necesito tanto para obtener un color. Hasta para la escuela de mis hijos los he usado”.
“Lo que le digo a la gente es que no tienen porqué decir que las marcas no sirven si es que uno no las sabe utilizar; si no sirvieran no estarían en el mercado, siguen porque son buenas. Todo está en conocer las cantidades y los procedimientos correctos para la aplicación”, dice la maestra Avellaneda y agrega: “Si tienes el gusto y la curiosidad por aprender: ¡puedes! Así como yo pude; tú también puedes.
Cuando la técnica se convierte en una pasión
Leticia Avellaneda es de profesión Técnico en nutrición, ya que desde siempre le llamó la atención la cocina. “Me equivoqué porque debí hacer era gastronomía y no un régimen dietético de las personas; sin embrago, me sirvió porque me familiaricé con la cuestión de los alimentos; no era lo que esperaba pero era relacionado. Trabajé en el Hospital Ángeles del Pedregal como dietista de los pacientes. Estando en un hospital tan grande conocí chefs y recetas”, cuenta la entrevistada y relata que al casarse y tener a su primer hijo tomó una difícil decisión: dejar el trabajo que amaba para criar a su hijo: “me gustaba mi carrera, pero más mi niño y quería verlo creer; afortunadamente tuve el apoyo de mi esposo”.
El tiempo pasó y comenzó a hacer gelatinas y así conoció los productos Duché y su curiosidad por aprender la llevó a tomar clases en línea, ver videos, entrar en grupos que le permitieron conocer más técnicas y tips. “Lo importante es que leo todos los comentarios, porque las personas que no son maestros dan muchos tips. A veces en los tutoriales nada más vemos recetas, pero en los comentarios hay mucha información”, recomienda Lety.
“En realidad al inicio no lo vi como un negocio, sino como un descubrimiento de lo que me gustaba hacer”. Así que poco a poco se fue adentrado más en el mundo de la gelatina y ganó un concurso. “Me emocionó mucho; ya con mi molde de regalo hice una Flotatina, que la regalé del Día de las Madres a mi suegra, y la subí a mi perfil. De ahí me empezaron a preguntar si las vendía. Yo lo que tengo es que si no sé algo pero me creo con la capacidad de realizarlo, lo hago y siempre me gusta dar más de lo que me piden, tengo mis límites, claro, pero confío en que puedo hacerlo. “Yo no me veía haciendo gelatinas, y de la misma manera me pasó con los pasteles, después de que los empecé a hacer me di cuenta de que podía y lo mejor que hago es decorar. Ahí está mi punto. Si no lo hago no me doy cuenta.”
No sólo comenzó a vender las gelatinas y a conocer técnicas y perfeccionarlas, sino que también la llamaron para dar clases y agradecida comenta: “Obleas Miel fue quien me dio la oportunidad de dar mi primera clase”.
Hoy maneja varias técnicas de entre las que destacan la inyección, que se ha convertido en una de sus favoritas. Además de los encapsulados, el uso de obleas. Ha llegado a pintar gelatinas pero asegura que no tiene tanta paciencia y que requiere de mucha concentración.
Palabras que inspiranAl preguntarle acerca del significado de la gelatina y los aprendizajes o mensajes que pudiera compartir, Lety hizo algunas reflexiones que compartimos.
“Intenten hacer las cosas, no se queden con el “hubiera”. Cuando uno hace las cosas se da cuenta de lo que es capaz. No se comparen, hay que atrevernos. Si no nos salió lo intentamos de otra manera. Además, uno nunca deja de aprender y todos podemos dar un granito de arena. Es un reto que nos piden algo y podemos dar más; ver sus caras de satisfacción de lo que pudimos crear. Para mí lo más importante es darle un ejemplo a mis hijos, que vean que aunque no me fui por el lado profesional lo que hago lo hago con pasión, con cariño y esmero. La gelatina es de las artes más versátiles y más nobles, es mucho más que un vasito, se pueden hacer infinidad de cosas con grenetina, esencias y colores”.
Recomendaciones
Para finalizar le pedimos a la entrevistada que nos regalara un par de consejos:
1. Encapsulado de imágenes: tener una calidad de la impresión buena, solicitar la más alta resolución. Además de usar grenetina cristalina, como la Especial Chef. Además de cuidar la temperatura para que no se disuelvan las imágenes.
2. Al dar clases: hablarle a la audiencia como si no supieran nada, desde el paso de la hidratación para no dar nada por hecho.
Esta entrevista es parte de una serie de participaciones que tendremos con Lety Avellaneda, quien compartió su agradecimiento por “el tiempo y la confianza, el interés y la oportunidad para presentarles lo que sé y amo hacer”.
¡Gracias a ti, Lety por ser ejemplo y por tu generosidad para compartir tus experiencias!