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Yuriko Hernández, apasionada y comprometida con la repostería

—La repostería es mi pasión y la hago con amor.

Tentaciones Gourmet es el nombre del negocio fundado por Yuriko Hernández, una mujer que desde hace 20 comenzó a hacer gelatinas y no ha parado de aprender, de emprender y de compartir sus saberes dando clases. Su inspiración fueron su mamá y sus tías, que hacían pasteles y gelatinas. “La grenetina Duché fue la primerita que conocí, mi mamá hacía gelatinas de mosaico y me gustaba verla; luego me fue gustando la repostería”, comenta y agrega, “a raíz de que me casé, hace 20 años, tomé mi primer curso y me gustó porque vi que había más formas de prepararlas; que se podían hacer desde cero y me enseñaron a usar más sabores”. Yuriko fue alumna de la Chef Claudia Arredondo a quien le tiene un gran cariño y agradecimiento por lo aprendido; “son personas que se quedan en ti y esos recuerdos bonitos de sus clases y lo que aprendiste que dejó satisfacción. A raíz de ese curso me hicieron un pedido de 70 flores”, cuenta emocionada.  

Acerca de los productos Duché, Yuriko habla de las ventajas que ha encontrado en los que más utiliza. “La Grenetina Especial me gusta para encapsular frutas o flores, por su transparencia. La 290, La Dorada, es de la que me acuerdo desde hace años y probé otras, pero siempre se queda una con la idea de lo que conoces y siento que me funciona más porque tiene buen grado de gelificación. Las esencias y concentrados de fresa, coco, vainilla, capuchino, nuez; la pruebas y sabe a lo que dice, no artificial. El caramelo para el flan. Me encantaron los saborizantes para panificación, tuve oportunidad de probarlos en Expo Gelatinas que me regalaron una de mantequilla y la usé para mis pasteles; tiene un sabor como más natural. 

La noticia que les tenemos es que partir de junio colaborará con Duché en algunas transmisiones en vivo con Masterclass de Talentos Duché.

El comienzo de una vocación

Yuriko relata que después de ese primer curso de gelatinas comenzó a venderlas a sus familiares, compró sus moldes y luego tomó un curso de chocolatería. “Me iba afuera de las escuelas a venderlas y me motivaba aprender más cuando me las compraban; hacía de vasito de mosaico, figuritas de gatito y perrito; me levantaba temprano y mi esposo me ayudaba. Luego hasta me pidieron cursos de chocolate y di a unas 5 o o 6 alumnas”.

Al mudarse de donde vivían, Yuriko tuvo claro que ella quería continuar haciendo sus gelatinas, con sus niños chiquitos, ella encontraba el tiempo para hacerlas en las tardes. “El día de descanso de mi esposo, me iba de puerta en puerta a venderlas, a mis vecinos les gustaban, aunque hubo quienes me cerraban o no me abrían; pero con lo poquito que ganaba yo me sentía muy contenta. A veces había niñitos que juntaban su domingo para comprarse sus gelatinas y me iban a tocar a la casa”. Esto la motivó a tomar clases de gastronomía y por 5 años estuvo yendo a tomar cursos los sábados, hasta que vino la pandemia; sin embargo, en esa época subieron mucho sus ventas. Para el Día del niño un amigo suyo la invitó a promoverse en el grupo de ventas de la Unidad y le hicieron 40 pedidos de Cupcakes. “Nunca pensé que me iban a escribir y a pedir. Entregaba con mi tarjeta. Empecé a subir más e hice mi panqué de elote, que es lo que me caracteriza. Ese panqué fue bendito, dice mi esposo”.

Compartir saberes: una vocación 

La generosidad de Yuriko, su agradecimiento y que le apasiona aprender han sido dos características que la han llevado al éxito como instructora; hoy en día da clases para grupos en los que la han invitado a compartir lo que sabe y, gracias a las recomendaciones, su negocio también va creciendo. Sus clases ahora se enfocan mucho más en grupos de gelatinas y esto la entusiasma porque está convencida de que hay un sinfín de técnicas, por ejemplo, las creaciones completas sobre temáticas específicas para las fiestas. 

Al preguntarle sobre las satisfacciones con sus alumnas nos dice con orgullo: “Cuando veo que replican las recetas pienso que sí les gustó. Me alegra saber que les sirve de algo lo que compartimos”.

De significados e inspiraciones

Al preguntar qué ha significado su trabajo nuestra entrevistada nos dijo: “Ay, es mi pasión la repostería. Quisiera superarme más seguir aprendiendo. Es algo que, aunque a veces me estresa, me da tranquilidad a la vez. Lo hago con amor y lo que más me gusta es recibir mensajes de felicitación sobre mis pedidos; esa es la mayor satisfacción de la repostería”. 

Con el fin de inspirar a más mujeres emprendedoras a seguir adelante, le pedimos a Yuriko que nos regalara un mensaje y esto es lo que compartió: “Que nos se den por vencidas; hay veces que elaboramos algo y no nos queda a la primera, pero se trata de checar qué medimos mal, cuál es la calidad de nuestros ingredientes, y luego, volverlo a hacer porque de una u otra forma va a salir. Además de buscar que siempre esos intentos sean diferentes, en decoración, en presentación. Que traten de superarse cada día y tomar cursos de capacitación para actualizarse porque siempre hay cosas nuevas de las que podemos adquirir tips o conocimientos y la práctica nos va a ayudar a tener éxito.

Y para cerrar le pedimos a nuestra entrevistada que nos regalara tres recomendaciones:

1. Revisar que las temperaturas de hornos sean exactas, ya que considera que es lo principal para que la cocción pueda tener un éxito en nuestro pan. Se puede comprar un termómetro para estufa y hacer las mediciones.

2. Cuando vamos a agregar grenetina a una gelatina preparada en frío hay que saber temperarla y no tener choque de temperatura. 

3. Aplicar bien el desmoldante para gelatinas y esto ayudará a un desmoldado perfecto.

Yuriko, felicitaciones por tu pasión y vocación; gracias por hacer de Duché parte de tu historia, incluso de tus recuerdos familiares.