—La gelatina lo es todo, ya que me permite expresar, innovar, crear y dar amor en forma de postre.
Vero Castro comenzó a hacer gelatinas en 2019 y en 2021 fue la ganadora del tercer lugar en la Copa Jr. Duché, ella fue la única que no pertenecía a ninguna escuela de gastronomía, sino que fue impulsada por Repos–T–Arte y su centro de capacitación, de ahí que tengan un gran mérito su participación y su reconocimiento. Para Duché ha sido una grata sorpresa ver cómo desde entonces esta mujer emprendedora ha seguido desarrollándose en el mundo del arte de la gelatina y ahora no solo como empresaria, sino como instructora.
Vero cuenta con grandes cualidades que le han permitido crecer como mujer y como profesional en la creación de postres: no le teme al riesgo, es una apasionada de lo que hace, es humilde porque no deja de aprender y de sorprenderse, y es generosa para compartir lo que ha aprendido.
Además de emprendedora, empresaria, artista e instructora, su tiempo lo dedica también a su familia, a la crianza de dos hijos adolescentes y a hacer las labores propias del hogar.
Del lienzo a la gelatina
Al preguntarle a Vero cómo había comenzado su camino en la preparación de gelatinas nos dice: “Mi pasión empieza por el arte, me encantan la pintura y el dibujo y después empecé a hacer arte comestible”. La primera gelatina que hizo fue para su papá y quedó tan sorprendido que no podía creer que se pudiera comer. “La gelatina es un producto muy noble que me ayuda a despertar mi creatividad”, explica Vero.
Por supuesto que a Vero siempre le gustó cocinar y tiene una gran colección de revistas de repostería y cocina que son parte de su inspiración.
Además del arte en gelatinas no ha dejado su otra pasión, que es la pintura al óleo o acrílico, así que sigue produciendo su obra. Incluso comparte que pintó a mano un calendario azteca para la falda de un vestido de XV años. ¡Todo un talento con las manos!
Sin miedo y paso firme
Desde 2019 Vero entró a un concurso organizado por D’Gari; en 2021 con Duché en la Copa Jr. En 2022 también participó en un certamen convocado por otras marcas como Cherry cake. Cada una de estas aventuras le han dado: “aprendizajes, experiencia, darme cuenta de que se puede llegar lejos. Perder miedos. Atrevernos a hacer las cosas. Soy una persona que piensa que pierdo más si no lo intento. Además, estos concursos me han dejado amistades maravillosas y también me han abierto puertas”.
La gelatina le ha dado la capacidad de innovar y también de escuchar qué es lo que quieren sus clientes para ofrecerles eso que buscan. “Amo que me digan: te lo dejo a tu gusto. Cuando me pidieron una gelatina de pozole, por ejemplo, no tenía molde para el tazón, el relleno, para simular la lechuga o los rábanos. Vi lo que tenía y al final hasta yo me sorprendí”, comenta emocionada y agrega: “hay que seguir preparándonos, el mundo de la repostería es magnífico y siempre aprende uno cosas nuevas y diferentes”.
Generosidad para compartir lo aprendido
Hoy en día el trabajo de Vero habla por sí mismo y por ello es que la invitan a dar clases, no solo en Repos–T¬–Arte, sino en otros lugares. “Impulsamos a más mujeres y me gusta que sea una fuente de inspiración. Me encanta que me escriban y me pidan mis imágenes para recrearlas o que me digan que quieren hacer las cosas como yo las hago. Siempre pienso que ninguna gelatina puede quedar igual porque cada quien le pone su toque, su esencia. Al final del día estamos prestados y la huella que dejamos en los demás, siento que es parte de lo que nos llevamos y de lo que podemos dejar. No creo que haya competencia, tenemos que aprender unas de otras”. Para Vero es importante hacer comunidad, sobre todo, entre mujeres y dejar poco a poco a un lado las creencias acerca de la rivalidad porque, como dice: “cada quien trae su propia luz”.
A futuro
Esto es lo que se plantea como metas: “seguir aprendiendo, no dejar de aprender. Lograr hacer mis galletas artísticas y hacer pasteles personalizados, aunque eso no lo veo muy próximo. Ayudar a más personas a que se sigan profesionalizando en el arte de la gelatina. Estoy planeando dar clases en línea y en forma presencial en un espacio que está en mis planes”.
Definitivamente Vero no para ni lo hará porque su motor está encendido y la inspiración a flor de piel.
Un mensaje para ti
Vero invita a más mujeres a seguir por este camino al decirles que: “no tengan miedo, que se animen. Que siempre echen para adelante y recuerden que todos comenzamos desde cero. Que se enfoquen en lo que desean y lo vean como una meta. Se van a sentir muy bien. Como mujeres es una satisfacción sentirse productivas, realizadas, saber que pueden contribuir en su hogar”.
¡Felicitaciones, Vero por todos tus logros y
gracias por permitirnos ser parte de tu historia!
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