Ir al contenido principal

Inspiración Duché más allá de las fronteras: Entrevista con la chef Diana Díaz



—La gelatina me cambió la vida por completo.

Diana Díaz es mexicana, nacida en Puebla, quien emigró a los 15 años a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida y hoy en día es una madre, emprendedora y profesional de las artes culinarias que se dedica en cuerpo y alma a hacer lo que le apasiona: gelatinas artísticas florales. Su negocio se llama Dulce Creación. En 2010 conoció a la Chef Nelly (†) y a partir de ahí su vida comenzó a cambiar. Hoy tiene una tienda y escuela en Los Ángeles, California en la que vende productos Duché y ofrece cursos para una gran cantidad de, sobre todo, latinas que buscan la manera de tener un ingreso mientras trabajan desde casa. 

“Cuando descubrí las gelatinas pasaba por una gran depresión por la pérdida de mi padre y esto fue lo que me levantó. Para mí Perry y Nelly fueron como mis ángeles en el camino”, comparte la chef Diana, quien después de haber sido invitada por los Gail a ser distribuidora de productos Duché abrió un local que le permitió hacer negocio y comenzar a dar clases a niños y adultos. “En 2015 entré a un colegio de artes culinarias y me gradué cuatro años después”, cuenta la entrevistada. 

“De Duché me ha encantado todo, la calidad es muy buena. La grenetina rinde muchísimo, uso la transparente, Especial Chef, para las gelatinas artísticas y para la de leche, la de la bolsa dorada. En esencias, todas; que sean sin color ha sido ventaja grande para hacer las florales y artísticas. Acá no es muy fácil encontrar las esencias. También aplico sorbato de potasio, bióxido de titanio, ácido cítrico. Usamos y vendemos concentrados y los de panificación, esos los promuevo mucho para galletas, pasteles, rosca de Reyes. En las clases damos toda la información de la cantidad y cuál es la función de cada producto”, comenta.

Actualmente hace un aproximado de 1000 gelatinas al mes para distribuirlas en panaderías y restaurantes. Cuenta con el apoyo de una chica que la ayuda a hacer las bases de las gelatinas, pero la inyección la hace ella. 

Este es el mensaje que lanza la entusiasta mujer que dejó su país siendo menor de edad, que en su momento viajaba dos horas “de aventón” para poder llegar a sus clases con la Chef Nelly, que buscó y sigue buscando la manera de lograr sus sueños y metas: “Yo me he demostrado que no hay imposibles y no hay barrera que se oponga. Y eso se los comparto a mis alumnas. Ellas dicen que me admiran, pero yo digo que todas podemos. Que no hay nada imposible con esfuerzo, dedicación y perseverancia se puede lograr todo”.

El inicio de una aventura

Diana Díaz llegó en 1998 a Estados Unidos, a sus escasos 15 años buscó hacer de todo, aunque siempre tuvo la intención de dedicarse a la repostería. “Me enamoré de las florales cuando las vi. Pensé, quiero hacer eso”, nos cuenta y agrega que finalmente, en 2010, encontró las clases de la Chef Nelly en Anaheim, CA, y aunque le quedaban a dos horas de donde vivía y no tenía coche se ingenió la manera de llegar. Es probable que su tesón y perseverancia haya sido lo que vieron en Diana los Gail para ofrecerle iniciar un negocio con ellos. “Me ofrecieron la oportunidad de hacer distribución, acepté la propuesta y empecé a hacerlo desde mi casa. Luego abrí un lugar chiquito, de ahí me fui a un local más grande en donde estuve por 7 años”. El negocio de Diana es una tienda y una escuela en la que enseña a adultos y niños a hacer gelatinas artísticas, gomitas, pasteles.

En 2015, el divorcio, una niña de 4 años y un niño de 11 años fueron su alisciente para que ella lograra otro de sus sueños: entrar a la escuela de artes culinarias a estudiar lo que desde niña había querido. Cuatro años después se graduó y también da clases en su escuela, en donde la han contratado para hacer gelatinas para exhibiciones. 

De gelatinas florales y compartir saberes

“Las rosas son las que le gustan más. Es una flor que siempre me ha gustado y es la que más me costaba trabajo y ahora es la que puedo hacer más rápido”, comparte Diana y agrega acerca de sus alumnas, “la mayor parte son latinas, pero le he ensañado a personas de la India, Filipinas, Armenia, americanas. La idea es darles una posibilidad emprender sus pequeños negocios desde casa, la mayoría son mujeres que atienden sus hogares. Las clases que damos son de repostería y gelatinas. La de gelatinas la divido en tres clases. De pasteles hay de cuatro clases. A veces hago un pastel que es de un día. En todas tratamos de meter los productos de Duché”. 

Las clases para Diana resultan un espacio para crear comunidad y hacer una labor de sororidad: “Muchas de mis clientas llegan a las clases con problemas y este un tiempo para ellas, para olvidarse y distraerse. No es solo que aprenden y se van, se forma una familia”. 

Negocios y futuro

Diana es una negociante nata, según nos cuenta lo trae desde pequeña, lo que aprendiera a hacer luego lo vendía, moños, arreglos de migajón, lo que fuera. “A donde iba vendía lo que sabía hacer. Lo del negocio siempre me ha gustado. Mi niñita, la menor también es así”. 

En el futuro cercano Diana planea abrir una sucursal de Dulce Creación en el lugar en donde ahora reside, pero como buena empresaria espera a que las circunstancias económicas del país mejoren mientras tanto dará clases en su casa y ya hace lo propio para promoverse.

El significado de las gelatinas

Al preguntarle sobre lo que representaba haber conocido el mundo de las gelatinas nos respondió: “Me cambió la vida por completo. Porque yo digo que no hay nada más bonito que uno trabaje en lo que le gusta. Eso me pasa. Yo amo lo que hago y todavía me pagan. Yo disfruto combinar colores, hacer las flores. Es mi pasión. Que admiren mis gelatinas, que digan que no se quieren comer de lo bonita que está, es una satisfacción. No pensé que terminaría haciendo lo que me gustaba. Nunca pensé que terminaría viviendo de eso”.

Definitivamente la historia de la Chef Diana Díaz es una historia de inspiración, ella dice: 

“Llegué sin saber inglés, logré graduarme del colegio siendo mamá soltera. Así que no importa la situación que estés si te esfuerzas puedes conseguir grandes cosas. Mi hijo mayor está muy orgulloso de mí. Que nadie les diga que no se puede, nada es imposible.”

¡Gracias, Diana por inspirar a más personas a seguir sus sueños y al inyectar color en tus flores también inyectas pasión por la vida; enhorabuena y que sigan los éxitos!