Para hacer gelatinas se necesita constancia, disciplina, amor y paciencia
Yolanda Ortega, “Yolis”, para sus amigos, alumnas y clientes, es mexicana, en 2005 migró a los Estados Unidos de América buscando una mejor vida y nuevas oportunidades, vivió en el Bronx y en 2021 se mudó a Nueva Jersey. Desde 2008 que vio a la Chef Nelly en Despierta América inició su interés por gelatina artística, pero no fue si no hasta 2010—2011 que empezó su historia en un mundo que hasta hoy le permite tener un mayor ingreso para su familia, trabajar en casa mientras atiende a sus cuatro hijos y hacer equipo con su esposo, que es quien la apoya y con quien hace equipo. Además de su negocio New York Yolis Jellys, Yolanda da cursos de gelatina en su domicilio y ha sido invitada por Duché West; también vende productos Duché a sus alumnas.
Desde sus inicios ha utilizado nuestra Línea de Productos Duché para sus preparaciones. “Siempre he trabajado con La Dorada y la Especial del Chef, me gusta porque rinde mucho y cuaja bien. Queda muy firme. No me he arriesgado a probar otras grenetinas. Si me funciona me quedo con esta. El producto Duché no se me hace caro por lo que rinde. Se ahorra mucho comprando bolsitas. Las esencias me encantan: fresa, nuez, coco, frambuesa, mango; todas huelen riquísimo. Cuando uno termina de hacerlas huelen rico y saben delicioso… Tengo de todos los sabores”, comenta nuestra entrevistada.
Fotografía por cortesía de Yolanda Ortega |
Esta mujer emprendedora, madre e impulsora de otras mujeres para que hagan negocios rentables a partir de la gelatina artística, lanza un mensaje para ellas: “Sobre todo a mamás como yo, que a veces es difícil buscar trabajo, que busquen trabajar desde casa. Que no se desesperen o decepcionen si no les sale. El sol sale para todos y para todo hay con amor y paciencia. Hay muchas maneras de salir adelante y no quedarnos estancadas”, y agrega: “Esto es para cualquiera que quiera emprender un negocio. Que no tengan miedo ni pena. Muchas veces nos cohibimos, nos da pena ofrecer por el, “Qué dirán de mí”. Al principio es difícil, da miedo y no te hacen caso y te desanima. A mí me pasó, pero si aquél no quiso, pues vamos con quien sí lo valora. Eso nos inspira. Que sea la gasolina que sirva para levantarnos”.
En la entrevista, Yolis extendió un agradecimiento a Duché: “Gracias por surtir el producto porque sin ellos no podríamos elaborar nuestras bellezas de gelatinas. Le soy fiel. Son productos de muy buena calidad”, y sobre la entrevista comentó: “Gracias por apoyar nuestro trabajo para dar a conocer el mundo de la gelatina. El arte mexicano de la gelatina”. Además de agradecer el apoyo e impulso que ha recibido a través de Duché West: "Gracias a Verónica Gail porque siempre me ha echado porras".
Fotografía por cortesía de Yolanda Ortega |
Un deseo hecho realidad
“La primera vez que vi las gelatinas de flores quedé enamorada. Miré a la Chef Nelly y dije: Algún día quiero hacer esas gelatinas que hace de flores. Me daba curiosidad saber cómo las hacía, cómo había metido adentro una flor. Y también pensaba en dónde se podrían conseguir los productos. En aquel tiempo pensé: … si alguien me regalara el producto yo podría hacer esas gelatinas”. Tuvieron que pasar algunos años para que Yolanda pudiera empezar a cumplir su sueño y, siendo ella una fiel creyente, encontró el milagro que buscaba para cumplir con su deseo, así lo relata: “Fue en 2010—2011 que alguien ofreció un curso en una congregación, una hermana de la iglesia organizó la clase para quien quisiera aprender. Pero yo no pude asistir porque trabajaba. Estaba muy triste. Pasó el tiempo y un día me preguntó la hermana: Yoli, ¿te gustaría llevarte productos Duché que sobraron del curso? Compré todo: grenetina, esencias, dióxido de titanio… Así que me traje los productos, me quedé enamorada, sobre todo, de la grenetina de bolsa dorada que rinde mucho. Y comencé a practicar. Cuando te gusta no te cuesta trabajo”.
Así fue como empezó la aventura de Yolis. “Comencé a dar a conocer y regalarlo, en mi área del Bronx, junto con mi esposo que me ayuda. Trabajamos en equipo y él me apoya en el negocio. Comenzamos a repartir a los restaurantes, las tiendas. Luego decidí hacer mi página de Facebook para captar clientes”. Sobra decir que en otros momentos ella y su esposo habían intentado emprender con la venta de otros productos mexicanos, tamales, pero se enfrentaron a la discriminación y maltrato de sus propios paisanos, porque si bien el esposo de Yolanda es estadounidense tiene rasgos mexicanos, su familia es de Puebla y los padres de nuestra entrevistada son de un pequeño pueblo de Guerrero, Tlapa. Sin embargo, aclara que hay muchos mexicanos que les han apoyado e impulsado en su pequeño negocio, por lo que están agradecidos.
Pero ese no fue el único deseo que se le cumplió a Yolanda, como madre ella pedía por tener un trabajo que le permitiera no descuidar ni a sus hijos ni su casa. “El apoyo de Dios que me ayuda y siempre oraba por un trabajo en mi casa. Comencé en el negocio y generar ingreso extra; una se siente útil aportando”. Alex, de 11 años Sebastián, de 7, Natalia, de 6, y 4, Erick de 5, son quienes la motivan.El negocio de la gelatina también le permite a Yolis enviar dinero a México para sus padres y esta es otra de las ventajas.
Paciencia, constancia, amor y disciplina
Estas son las cuatro claves para hacer gelatinas según la experiencia de Yolis, quien ha sido autodidacta e incluso comenzó haciendo sus recetas con la base de las recetas de la bolsa dorada, hoy día ya casi no ve las recetas, se las sabe de memoria, pero esto se debe a su constante práctica y dedicación. “Veo que algunas muchachas se desesperan porque el primer o segundo día se rompió la gelatina o se les salió el color. Se necesitan disciplina, amor y paciencia. Sobre todo, el amor y la paciencia; es lo principal. Hay que intentar de muchas manera y muchas veces; a mí me costó aprenderlo”.
“El arte de la gelatina es una terapia. Yo me acomodo a trabajar de noche. Puedo pasar toda la noche, cuando veo son las 3 de la mañana. No me cuesta hacerlo porque me gusta, es muy bonito”, comparte.
Compartir la experiencia
Yolanda da clases en su casa, aún no da clases en línea porque dice que prefiere el contacto, “lo que me gusta es compartir, la convivencia. Me gusta que se sientan en casa. Siempre hago que haya confianza y amistad”. Las clases son de ocho horas y están enfocadas en las gelatinas florales y la mayoría de sus alumnas son en su mayoría mujeres, mexicanas, colombianas, salvadoreñas, guatemaltecas.
En cuanto a sus clientes son, por supuesto, "sus paisanos", mexicanos, y centroamericanos, “son las que más aprecian ese tipo de arte”. Agradece a "toda la raza latinoamericana por apoyar a los pequeños negocios".
Gelatina como forma de vida y planes futuros
Al preguntar qué es lo que ha representado la gelatina en la vida de Yolis, nos compartió que: “este negocio me ha ayudado en vida económica y espiritualmente; porque genero más de ingreso. Ha sido una bendición trabajar desde mi casa. Ha sido mucha ayuda. Siempre con el apoyo de mi esposo. Lo más importante es trabajar en equipo; trabajamos como un equipo; es el que hace las entregas y también me ayuda mucho en las clases”.
Como buena emprendedora con sueños y deseos, pero consciente de que todo tiene un tiempo para suceder, nuestra entrevistada piensa que le gustaría hacer repostería. “Mi meta es pasteles hermosos que hace la gente, pero todo tiene su tiempo. No quiero correr. Ya que mis hijos crezcan tendré más tiempo y también aprenderé a manejar”.
Tips para gelatinas
1. La preparación. Lo primero es que hagan un día antes la gelatina y que esté bien cuajada.
2. Herramientas. Para más práctico es usar la jeringa como el diente de león, practicando la mano con los pistilos. “Aunque yo trabajo mucho con gubias”.
3. Colores. Los de polvo con muy buen rendimiento. “Me encantan el rojo grosella, azul, amarillo”. Para aplicar colores:
a. Busco el tono. Yo no tengo una cantidad. Recomiendo que vayan poniendo poco a poco y depende de la intensidad que se quiera.
b. Venden también el de gel, que es más práctico. Ya nada más se ponen gotas.
c. Para la gelatina de leche usar el dióxido de titanio
d. “Lo que le digo a las chicas es que no pinten todos sus colores. Del litro se va pintando conforme vas usando”.
4. El suero. Se puede quedar en la nevera y sirve para practicar.
Preparación: leche condensada y evaporada, se agrega grenetina (por un litro), 3 cucharaditas de Dorada o Especial para la transparencia. “A mí me gusta dejar una consistencia espesa para que queden bonitas las flores. Bióxido de titanio. Se integra y agarra el color blanco. Cuando nuestro suero esté bien integrado es cuando comienza la diversión. Es la parte más bonita para uno. Espera con ansias para hacer las gelatinas. Así veo a las muchachas que se emocionan y es su parte favorita”.
¡Yolis, felicitaciones por lograr tus sueños y por ayudar a que más mujeres, madres de familia, puedan lograrlos; y gracias por tu confianza en Duché!