Hacer gelatina es una forma muy bonita de expresar el cariño a alguien.
Para Duché resulta de especial interés visibilizar las historias de emprendimiento y éxito que tienen las mujeres mexicanas y en donde nuestra marca ha sido un ingrediente para que lo puedan lograr. En esta ocasión presentamos a Claudia Sánchez, maestra de profesión y gelatinera de corazón que hace cuatro años lanzó su marca Jelly Sweet en Tlajomulco, ubicada en la zona Metropolitana de Jalisco.
Claudia comparte que utiliza la grenetina de Duché porque “es una marca que encuentro en todos lados, la conocí para hacer gelatinas en casa, la Cajilla, la que hay en el súper, la comparé con otras, pero me quedaban grumos en la hidratación, así que siempre he usado Duché. Uso Especial Chef para encapsulados, siento que tiene una mejor consistencia no deja residuos; además para lograr transparencia queda mucho más cristalina que con otras. Utilizo la Dorada para las otras aplicaciones, por los bloom que tiene y la firmeza que le da a las gelatinas”.
La educación y la creación de gelatinas son sus dos pasiones y ha encontrado la manera de combinarlas para cumplir con sus metas. Incluso ha dado algunas clases de gelatina; como una probadita de ello en esta ocasión nos compartió su técnica para hacer las gelatinas en capas, que es lo que más le gusta hacer.
A Claudia Sánchez siempre le gustaron las gelatinas como postre, así que se formó de manera autodidacta en las técnicas y hacía gelatinas a sus hijos, que ahora tienen 7 y 10 años. Hace cuatro años, como una actividad para la escuela, mandó una gelatina de postre y “para el fin de semana tenía un pedido de 50 gelatinas para fiesta. Mi familia me dijo que las promoviera por Facebook y WhatsApp. Así que hace 4 años me decidí a hacer la página, a poner nombre y a ofrecer a personas más allá de conocidos”, relata nuestra entrevistada cómo fue que nació Jelly Sweet.
Hacer gelatinas para la profesora Sánchez es su momento de relajación, además, comparte su ingrediente secreto: “siento que puedo poner amor en esa gelatina y me gusta ver que va a crear un recuerdo para alguien porque se pide para ocasiones especiales. Me gusta trabajarlas, me satisface que me recomienden y que me digan que les gustó”.
Las gelatinas que más le gusta hacer son aquellas que tienen personajes y son para fiestas infantiles. Las técnicas que maneja son los encapsulados, las gelatinas pintadas a mano y los mosaicos (capas). Su habilidad en esta última técnica la llevó a Guatemala a concursar en “Raíces”, un certamen al que la invitó su maestra a participar y presentó una clase en la que explicó cómo hacer mosaico invertido para crear una hermosa figura de la falda de una China poblana.
“He dado dos clases y me gustó mucho. Como soy docente combiné mis dos pasiones. Me gusta compartir y seguir aprendiendo de los demás. No es que me dedique de manera profesional, pero me encanta”.
Aquí presentamos algunas de las recomendaciones que ofrece nuestra entrevistada:
1. Perder el miedo a hacer las cosas.
2. Tener paciencia. Si no tienes cuidado de dar espacio a cada capa se combinan.
3. Conocer bien las características de las frutas para lograr los encapsulados porque hay algunas frutas que tienen enzimas y flotan.
4. Recordar que capacitarte es una inversión, ayuda a que tu trabajo sea profesional y te va atraer más clientes. Si lo ves como gasto acabas perdiendo más en ingredientes. Sabemos que echando a perder se aprende, pero qué mejor que los expertos te den sus tips y su conocimiento para evitarte el mal sabor de boca. Aprovechar los espacios y momentos, hoy gracias a las ventajas de Facebook, por ejemplo, hay clases gratuitas con chefs que quizá no podrías contactar o te costaría mucho trabajo. Hay muchas maneras de capacitarse.
Claudia predica con el ejemplo ya que de entre sus planes está capacitarse para aprender técnicas de gelatina inyectada, “es un arte maravilloso, lo quiero practicar y no me sale. Me gustaría profesionalizarme en eso. Lo hacen tan fácil, como que pintan sobre papel. Cuando uno lo intenta se da cuenta de que tiene su chiste. Pero todo está en proponerte y hacer las cosas”.
También hay planes para Jelly Sweet, “lo veo teniendo más seguidores, el doble de clientes; lo veo ya profesionalizado e impartiendo clases y compartiendo técnicas que haya aprendido. Innovando, porque me gusta mucho estar buscando cosas nuevas para poner en la gelatina”.
Así como Claudia ha logrado hacer lo que le apasiona, dar sus clases de Biología en Secundaria y hacer gelatinas, ella invita a más mujeres a “que pierdan miedos, que no se pongan límites, que se atrevan a hacer las cosas; es verdad que a veces se tiene miedo de invertir lo poquito que se tiene, pero cuando se hace con pasión, los frutos se disfrutan mucho. Que no tengan miedo a pedir ayuda a alguien que vean como inspiración, que se acerquen, aunque no responsan a la primera, insistan. A mí me gusta compartir y eso me abre puertas a que otras personas me abran su conocimiento. También decirles, si tienen en mente algo, que lo aterricen, es importante preguntarse qué quiero lograr y ser conscientes de que se va paso a pasito. Ser disciplinada te ayuda a lograr las metas que te propongas. Como mujeres hay que apoyarnos y reconocer que el trabajo de los demás nos engrandece a todos”.
El amor que Claudia imprime a sus gelatinas se nota porque para ella hacer gelatinas significa “mi pasión. Cada día me apasiona más estar trabajando la gelatina. Es eso, para mí la gelatina es arte porque se puede hacer con ella muchas cosas. Creemos que es revolver un polvito con leche o con agua, pero se puede hacer mucho. Es muy noble y es una muy bonita forma de expresar el cariño hacia alguien.”