Hatab es el nombre de un perro Pastor Alemán de 10 años, quien desde 2018 se ha vuelto fiel consumidor de Gelipet y no sólo porque le encanta el sabor a pollo, si no porque gracias al efecto del colágeno hidrolizado su vida ha cambiado y ahora parece un cachorro que brinca, corre y come muy bien.
Para conocer la historia de Hatab entrevistamos a su “amita”, Tayde Salinas, quien amablemente nos compartió la experiencia.
“Lo compré en un criadero en Zinacantepec y desde cachorrito tuvo problemas de estómago, no le gustaba la comida o le hacía mucho daño; a los 4 años se puso muy mal porque se le subió una garrapata y al parecer el bicho se alojó en su pata trasera derecha provocando que se le inflamara muchísimo y que el perrito tuviera que estar en una sola postura sin poderse mover. Así estuvo más de 6 meses y no sabíamos qué tenía. Finalmente, el veterinario logró drenar la infección, lo medicó y empezó a desinflamarse. Pero entre la patita lastimada y la otra sobre la que se acostaba a la que se le hizo una gran llaga, Hatab cojeaba mucho, arrastraba la pata como si fuera un remo”, nos cuenta la Sra. Salinas aún con dolor de haber visto así a su compañerito.
La familia de la señora Salinas tiene un negocio de gelatinas, desde hace muchos años su madre a eso se dedica, por eso es que conoce muy bien nuestros productos Duché y son fieles clientes nuestros. Así que en 2018 se acercaron al stand en Expo Manualidades y encontraron Gelipet y el colágeno hidrolizado para consumo humano.
“Desde ese día empezamos a revolverle el Gelipet a Hatab en el alimento y para mi sorpresa, empezó a comer mejor, empezó a quitarse el problema digestivo; luego empezó a dejar de renguear y hasta volvió a brincar a la mesa como cuando estaba chiquito. De verdad que le dimos un gran cambio. El veterinario también se sorprendió de los resultados y hasta lo empezó a vender también él para otros pacientes”, comparte emocionada la dueña de Hatab.
“Mi niño está muy bonito y esto se nos ha hecho como milagroso, tiene cerca de 10 años y se le ve natural su marcha, hasta le salió pelo en la pata en la que tenía la llaga. Es hoy día un perro sano, vital; en verdad es increíble lo que he visto”, nos dice Tayde y agrega, “estoy muy agradecida porque Gelipet le cambió la vida a mi Hatab”.
Actualmente la familia Salinas son consumidores de Colágeno Duché y los perritos de la familia, de Gelipet.
Esta historia es ejemplo de cómo con un buen manejo veterinario y un complemento como Gelipet fue posible darle una mejor calidad de vida a un perrito como Hatab. Nos alegra cumplir con nuestras metas de bienestar.
A continuación presentamos el punto de vista clínico ofrecido por nuestra experta en el manejo de colágeno hidrolizado de alta calidad para animales, la M.V.Z. Rocío López:
Para conocer la historia de Hatab entrevistamos a su “amita”, Tayde Salinas, quien amablemente nos compartió la experiencia.
“Lo compré en un criadero en Zinacantepec y desde cachorrito tuvo problemas de estómago, no le gustaba la comida o le hacía mucho daño; a los 4 años se puso muy mal porque se le subió una garrapata y al parecer el bicho se alojó en su pata trasera derecha provocando que se le inflamara muchísimo y que el perrito tuviera que estar en una sola postura sin poderse mover. Así estuvo más de 6 meses y no sabíamos qué tenía. Finalmente, el veterinario logró drenar la infección, lo medicó y empezó a desinflamarse. Pero entre la patita lastimada y la otra sobre la que se acostaba a la que se le hizo una gran llaga, Hatab cojeaba mucho, arrastraba la pata como si fuera un remo”, nos cuenta la Sra. Salinas aún con dolor de haber visto así a su compañerito.
La familia de la señora Salinas tiene un negocio de gelatinas, desde hace muchos años su madre a eso se dedica, por eso es que conoce muy bien nuestros productos Duché y son fieles clientes nuestros. Así que en 2018 se acercaron al stand en Expo Manualidades y encontraron Gelipet y el colágeno hidrolizado para consumo humano.
“Desde ese día empezamos a revolverle el Gelipet a Hatab en el alimento y para mi sorpresa, empezó a comer mejor, empezó a quitarse el problema digestivo; luego empezó a dejar de renguear y hasta volvió a brincar a la mesa como cuando estaba chiquito. De verdad que le dimos un gran cambio. El veterinario también se sorprendió de los resultados y hasta lo empezó a vender también él para otros pacientes”, comparte emocionada la dueña de Hatab.
“Mi niño está muy bonito y esto se nos ha hecho como milagroso, tiene cerca de 10 años y se le ve natural su marcha, hasta le salió pelo en la pata en la que tenía la llaga. Es hoy día un perro sano, vital; en verdad es increíble lo que he visto”, nos dice Tayde y agrega, “estoy muy agradecida porque Gelipet le cambió la vida a mi Hatab”.
Actualmente la familia Salinas son consumidores de Colágeno Duché y los perritos de la familia, de Gelipet.
Esta historia es ejemplo de cómo con un buen manejo veterinario y un complemento como Gelipet fue posible darle una mejor calidad de vida a un perrito como Hatab. Nos alegra cumplir con nuestras metas de bienestar.
A continuación presentamos el punto de vista clínico ofrecido por nuestra experta en el manejo de colágeno hidrolizado de alta calidad para animales, la M.V.Z. Rocío López:
En el caso de Hatab vemos cómo el colágeno actúa a varios niveles, tanto dérmico, como articular, digestivo y a nivel sistémico general.
Hatab es un animal que desde cachorro tuvo problemas digestivos, desgraciadamente no se menciona cuáles, pero trataremos los posibles escenarios y explicaremos por qué la suplementación de colágeno en la dieta ayudó:
Cuando los animales son comprados en criaderos generalmente vienen de estar en hacinamiento y en pobres condiciones de higiene, lo cual ocasiona que frecuentemente traigan enfermedades, ya sean virales, bacterianas, fúngicas u otras. Muchas veces esas enfermedades no manifiestan síntomas clínicos, ya sea porque vienen en incubación o porque el animal monta una respuesta inmune suficiente para que no manifieste síntomas, pero ello no significa que el animal no quede con secuelas de la misma enfermedad. Supongamos que Hatab había cursado o cursaba con una enfermedad viral de cachorro cuando fue comprado en el criadero, ya sea moquillo, parvovirus o coronavirus, por ejemplo; este tipo de enfermedades laceran significativamente la mucosa intestinal, ocasionando que el animal quede, como bien menciona la dueña, “delicado” del estómago, presentando un cuadro clínico “donde todo le cae mal o le hace daño”, ya que tiene lastimada la mucosa, con gastritis, enteritis frecuentes de diversas etiologías e incluso mala absorción o intolerancia alimenticia, ya que además se ve afectada de forma secundaria la flora intestinal, causando súper infecciones por competencia de nicho.
En el caso de una mucosa intestinal resentida, lastimada, débil o lacerada, el colágeno suplementado vía oral ha demostrado ser de muchísima utilidad, ya que propicia una reestructuración de dicha mucosa, promoviendo su cicatrización y correcto funcionamiento, debido a que reestablece las funciones de la misma al regenerar el tejido intestinal, dando lugar a un tejido sano; además de cambiar el pH, regular la motilidad y equilibrar la flora intestinal adecuada. Todo ello ocasiona que la “debilidad” intestinal que presentaba quede en el pasado, desarrollando un sistema digestivo sano.
Ahora, suponiendo que el problema de Hatab no se debía a una mucosa lacerada a consecuencia de una enfermedad previa que la debilitara. En este caso podemos pensar que es una intolerancia alimenticia o algún tipo de alergia. Regresamos al punto de los animales de criadero; en estos lugares, y aclaro, no en todos, aunque desgraciadamente sí en la mayoría, lo que interesa son los ingresos y las ganancias más que la salud de sus ejemplares, razón por la cual el alimento y los cuidados que se proporciona a los pies de cría, ya sea durante su crecimiento, monta, gestación o lactancia, no suele ser de la mayor calidad; ello aumentaría los gastos disminuyendo así las ganancias. Lo anterior nos lleva a tener animales con un pobre desarrollo, que puede verse reflejado en varios puntos, en el sistema inmune, principalmente, porque el calostro no contiene los anticuerpos necesarios para su buen desarrollo, así como la leche en la lactancia no contiene los nutrientes necesarios. Cuando se altera el sistema inmune podemos ver respuestas anafilácticas o intolerancia a ciertos alimentos; hablando del sistema gastrointestinal y a los síntomas que mencionan para Hatab.
El colágeno posee propiedades antialergénicas, ya que actúa como estimulador y modulador del sistema inmune estimulando directamente a la medula ósea, lo cual explicaría que tras su administración el animal presentara una mayor tolerancia a los alimentos y mejorara su digestión en general.
En el caso de Hatab pudieron ser cualquiera de estos dos escenarios gastrointestinales, o ambos, ya que concuerdan con la historia y los síntomas que refiere la propietaria. Ambas afecciones presentan “debilidad” digestiva, con diarreas intermitentes o continuas que pueden o no ser responsivas a tratamiento antibiótico, vómitos frecuentes con o sin contenido alimenticio, inapetencia, hiporexia o incluso anorexia cíclica y frecuente, y obviamente, la baja de peso secundaria o la incapacidad de ganar peso por parte del animal. En ambos escenarios gastrointestinales la suplementación con colágeno ha demostrado ser de gran ayuda restableciendo la estructura y funcionamiento normal del sistema gastrointestinal, mejorando notablemente la ingesta y asimilación del alimento así como promoviendo la ganancia de peso en animales de bajo peso, además de desaparecer los síntomas secundarios como vómito, diarrea o inapetencia.
La propietaria también reporta los problemas articulares y óseos del animal, al parecer secundarios a una infección que provoco una postración prolongada. Aquí hay varios puntos interesantes, primero, los Pastor alemán tienen predisposición racial a este tipo de padecimientos, principalmente a nivel del tren trasero, debido a su complexión; ese es un problema típico de la raza y es estructural. Aunado a esto, la infección y la postración ocasionan atrofia de los tejidos, entorpeciendo la movilidad y restringiendo el rango de la misma. Al suplementar el colágeno en la dieta lo que sucede es que se proporciona al organismo la materia prima óptima y de buena calidad necesaria para permitir al organismo regenerar los tejidos perdidos a nivel de tejidos blandos y óseos. Así, el colágeno dio lugar a que se reestructuraran tanto los músculos, como los ligamentos, tendones, superficies articulares y huesos, permitiendo que el animal recobrara la movilidad.
Hay numerosos estudios donde el colágeno es usado en afecciones articulares y óseas, ya que además de bajar inflamación y el dolor al contrarrestar el efecto de las prostaglandinas, permite la regeneración tisular, que se refiere a todos los tejidos a nivel celular. Esto sucede cuando existe una absorción correcta en el sistema gastrointestinal y permite su biodisponibilidad para realizar dichas funciones. De ahí que la suplementación con colágeno mejoró la movilidad del animal, quitando dolor, regenerando tejidos y aumentando su bienestar general, manifestándose también en su estado de ánimo, esto es, al sentirse bien y poderse mover con libertad, mejoró notablemente según reporta la propietaria.
A nivel dérmico, el animal presentaba laceraciones secundarias a la postración prolongada, éstas se llaman úlceras de decúbito y se presentan cuando un área cutánea se rompe o lacera por fricción o presión continua sobre ella y al ser mantenida evita o retarda su cicatrización. El colágeno es conocido por sus propiedades cutáneas, principalmente en el área de belleza, ya que promueve la formación de piel sana y rejuvenecimiento de la misma. Esto se debe a que el colágeno ayuda a la piel a formar fibras de fibrina y elastina, proporcionando elasticidad, tono, firmeza e hidratación, además de que acelera la cicatrización al ¬—como ya se mencionó—, proporcionar la materia prima de uso inmediato para su regeneración. Cuando aumentó la movilidad con la corrección del problema óseo presente, el animal pasaba menos tiempo postrado y por consiguiente esto ayudó a que no hubiera formación de nuevas llagas. Además, al agilizar y optimizar la cicatrización, dio lugar a que cerraran las ya existentes, permitiendo incluso que volviera a crecer pelo sobre ellas.
Al momento que el organismo tiene una piel sana, a todos los niveles y estratos cutáneos, mejora sus anexos, como en este caso, los folículos pilosos, que es de donde crece el pelo. Es obvio que al tener una piel sana, con unos folículos pilosos sanos y nutridos, el pelo creciera de manera natural, cubriendo las zonas alopécicas o sin pelo, teniendo como resultado un pelaje más denso, suave y abundante; además de que el pelo en sí, está formado por proteína concéntrica (que se enrolla sobre sí misma), siendo el colágeno la base estructural para la formación de la misma, específicamente el colágeno tipo1, que es el contenido en Gelipet.
Como ya se explicó, la suplementación con colágeno permitió al animal mejorar su estado general de salud y bienestar. En resumen, la suplementación con colágeno no sólo permitió enriquecer la dieta, sino que dio lugar a un sistema digestivo sano que absorbiera mejor los nutrientes, ocasionando la regeneración y reestructuración de los tejidos, en este caso, los óseos, musculares y cutáneos, dando mayor energía y bienestar general al animal y mejorando su calidad de vida. Cabe resaltar que lo que la propietaria pudo observar eran los problemas más obvios y aparentes que presentaba Hatab, pero a nivel orgánico y metabólico la suplementación con colágeno hidrolizado de alta calidad mejoró todo su sistema, ya que al igual que lo hizo en piel y huesos, el colágeno tuvo un impacto positivo en los tejidos de todo su organismo.

