En
conversación con Héctor Walvor[1]
en cuanto a la tenencia responsable de perros nos dice que uno de los factores
primordiales para saber si una persona o familia son candidatos a tener un
animalito de compañía es saber cuál es la razón por la que queremos tenerlo.
¿Para qué
quieres un perro?
Puede ser
que lo que se busca es suplir una carencia o reforzar una cualidad. Así que si
ya tienes un perro y aún no te preguntas para qué, éste puede ser un buen
momento.
Darte el
tiempo de pensar en la respuesta solamente facilitará tu proceso de mejor relación
entre el binomio canino. Digamos que es una forma de tenencia además de
responsable, consciente de un ser vivo que está ahí contigo para acompañarte y
seguirte.
Muchos
expertos en veterinaria y en entrenamiento coinciden en que el mayor bienestar
que le podemos ofrecer a nuestro perro es tratarlo como perro; es decir, NO
HUMANIZARLO.
Un perro
necesita saber que tiene un dueño en el cual puede confiar y al cual obedecer,
es su naturaleza. Por lo que de entre algunos consejos:
1. Poner límites, por ejemplo, el perro
debe saber cuándo tú le das permiso de subir a un sillón o no. Tú mandas
siempre.
2. Salir a pasear como humano y perro;
los cuadrúpedos necesitan caminar en sus cuatro patas para desarrollar su
musculatura y evitar degeneración en sus articulaciones, por lo tanto, ponerlo
en una carriola es anti natural.
3. La alimentación es vital para
mantener su bienestar por lo que debes consultar con el veterinario cuántas
veces al día darle de comer y en qué cantidades. Trata de no darle sobras de
comida porque en lugar de ayudarle puedes perjudicar su digestión con alimentos
que no procesa tan fácilmente su organismo.
4. Cada perro necesita de una atención
distinta y si tienes un perro mayor de siete años, es posible que tengas que
estar más atento a sus rutinas de comida, de actividad física y de atención.
Pero sin olvidar que es un animalito de compañía.
5. Puedes también complementar su
alimentación con productos especialmente diseñados para ellos como el colágeno
hidrolizado que ayudará a darles una mejor calidad de vida al ofrecer la
posibilidad de tener más vitalidad, tonicidad muscular, huesos fuertes, pelo
más brillante, mejor digestión.
6. No tengas miedo a regañarlo porque se
sienta mal y te “deje de querer”, la maravilla de los perros es que viven en el
momento presente así que para ellos el rencor no existe. Deberíamos aprender de
ellos.